La receta final de las patatas bravas
Las patatas bravas son uno de los más clásicos aperitivos, que podemos encontrar en los bares de toda España. Hay muchas recetas de patatas bravas, que varían fundamentalmente en los ingredientes utilizados. La salsa auténtica de las bravas no es una salsa picante de tomate sino una salsa o crema velouté, hecha sin tomate. Para que podáis preparar las bravas en casa sabiendo que os van a quedar en su punto, hoy os traemos la receta definitiva de las patatas bravas.
Algunas recetas de patatas bravas son famosas como las del Bar Docamar, y otras son igualmente deliciosas aunque más desconocidas. En esta receta, lo fundamental es la salsa, con la que cubriremos parcialmente las patatas fritas, que también son importantes como luego veréis. La salsa es picante, pero no picante a rabiar, sino con un picante agradable y sabroso, que podéis aumentar o disminuir a vuestro gusto añadiendo más pimentón picante o una guindilla de cayena si queréis que vuestras bravas sean más potentes.
Ingredientes
Para 4 personas
- Patata de buen tamaño3
- Cebolla media
- Pimentón dulce media cucharada sopera
- Pimentón picante una cucharada sopera
- Harina de trigo dos cucharadas
- Caldo de pollo500 ml
- Aceite de oliva virgen extra para freír las patatas
- Perejil fresco para decorar
Cómo hacer patatas bravas con la receta auténtica
Dificultad: Media
- Tiempo total30 m
- Elaboración10 m
- Cocción20 m
Para hacer la salsa, comenzamos picando la cebolla muy fina y pochándola en una sartén amplia con 4 cucharadas de aceite de oliva. Dejamos que la cebolla se vaya haciendo a fuego muy lento y antes de que tome color, añadimos el pimentón dulce y el pimentón picante, mezclando bien con la cuchara.
Incorporamos la harina, la cocinamos un minuto o dos y cuando se ligue con el aceite formando un roux, añadimos el caldo de pollo poco a poco como cuando se hace una velouté (una especie de bechamel en la que en lugar de leche se utiliza caldo). Cocinamos durante diez minutos para que el pimentón y la harina no queden crudos. Finalmente, trituramos la salsa con una batidora y la pasamos por un colador fino para que quede perfecta.
Para preparar las patatas, las pelamos bien y las cortamos en trozos irregulares que puedan caber en la boca de un solo bocado. Ponemos a calentar el aceite de oliva y las freímos a fuego medio hasta que comiencen a dorarse. Hay quien las prefiere cocer dos o tres minutos antes de freírlas pero no es necesario.
Escurrimos bien las patatas dejándolas sobre un papel absorbente de cocina y las cubrimos sin excedernos con 3 cucharadas soperas de salsa brava, dejándolas sin cubrir del todo como podéis ver en la imagen de portada.
Las espolvoreamos con una pizca de perejil picado y las servimos muy calientes, poniendo más salsa brava aparte para quien se la quiera añadir. Os recomendamos que cuando hagáis estas patatas bravas auténticas, no las mezcléis con salsa ali oli, aunque eso es cosa de gustos.
La receta final de las patatas bravas